Lo dejaron para el final, pero igual, la victoria fue suya. La historia nunca juega, o al menos eso dicen. Hoy Italia eliminó al dueño de casa, a ese equipo que preparó la fiesta pero que no se quedará el premio, a esos que nunca les habían ganado antes en mundiales. Vencieron en los últimos 5 minutos del suplementario, con final de película, esas que tensan y luego sorprenden. Un partido con dos tiempo reglamentarios para el olvido, pero dos tiempos suplemtentarios para el regocijo. Sin duda Italia tuvo muchas más posibilidades, más dominio, y al final, más precisión. Nunca quisieron llegar a los penales. Los azurri, que tuvieron un camino más accesible que los demás semifinalistas, demostró con fútbol y goles, que eso sólo fue coincidencia, y aunque no tiene el fútbol que propone la marca Nike, la efectividad y contundencia también se valora en el fútbol, además de una buena defensa. Italia está en la final, y quien sabe si otra vez levantan la copa, algo que suelen hacer cuando muchos no se lo esperan.
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